🧃💡🎶🃏
Te voy a soltar algo medio loco, pero totalmente cierto:
Estas últimas semanas, no he escuchado nada que no sean mis propias canciones.
Nada de Beyoncé. Nada de Bad Bunny. Ni siquiera la playlist de Lo-fi Chill que tanto amo.
Solo yo. Catorce rolas en repetición, como si estuviera atrapado en un elevador bien gay y bien teatral diseñado por mí mismo.
Pero no es ego. Es entrenamiento.
Y así es como me estoy preparando para grabar, performear y (eventualmente) presentarme en vivo sin parecer un chihuahua con pánico escénico.
Así que vamos por partes…
🃏💡🎶💋
La repetición no es solo vibra: es neurociencia
Primer paso de mi método:
Escucha la canción. Mucho.
Eso es todo. Post terminado.
…Okay, fine… aquí va la ciencia:
Tu cerebro crea nuevas conexiones neuronales cada vez que repites algo. Es como caminar por un sendero. Cuanto más lo recorres, más fácil es seguirlo. La melodía, la emoción, el ritmo — todo se incrusta más profundo cuando la canción está en loop constante.
Por eso solo escucho el álbum de gabro.
No es narcisismo. Es eficiencia neurológica.
(Y tal vez un poquito de narcisismo. Solo tantito.)
Lee. Canta. Repite. (aka la Espiral de gabro)
Cuando puedo, abro la letra y canto mientras la leo.
¿La riego? Vuelvo al inicio.
¿La riego otra vez? Regreso más lento.
¿Una tercera vez? Grito contra una almohada y luego vuelvo otra vez pero con intención.
Memorizo de forma lineal, de principio a fin.
Es como contar una historia. Quiero el arco emocional completo, en orden. (Así aprendí también los juegos de casino, por cierto: una regla a la vez, de inicio a fin, hasta que se vuelve memoria muscular.)
Pero a veces el cerebro se traba.
Así que aquí te van unos truquitos extra que uso (o inventé solo para ti):
Los trucos de memoria que sí funcionan
1. Asigna un personaje o emoción a cada parte 🎭
No solo memorices. Performéala.
Verso 1 = la ruptura
Coro = la rebeldía
Puente = el colapso emocional en el baño a las 2am
No estás recordando palabras. Estás encarnando escenas.
2. Visualiza la letra como imágenes 👁️
Convierte palabras en imágenes en tu mente.
Si la letra dice: “Don’t ever say it’s really empty,” imagino un salón de baile embrujado.
Si dice “Touch grass,” me veo en un bosque queer con polen de glitter.
Al cerebro LE ENCANTAN las imágenes. Cuanto más raras, mejor.
3. Usa “repetición con espejos” 🔁
Cántala una vez normal.
Luego susúrrala.
Después, grítala.
Luego, cámbiale el ritmo.
Al final, rapea como si te poseyera Cardi B.
Cada cambio vuelve a codificar la letra desde otro ángulo. Y sí, esto lo respalda la ciencia de la memoria. La repetición variada fortalece el recuerdo.
4. Coreografía, aunque sea solo con las manos 💃
Cuando performeo, estoy en mi cuerpo.
A veces asocio frases con un movimiento de mano, un paso, una mirada. Esa memoria kinestésica, la de movimiento, es poderosísima.
Por eso lxs porristas recuerdan sus rutinas. Porque sus cuerpos también recuerdan.
5. Ancla la línea a un recuerdo real 🔗
¿Una letra te recuerda a tu ex? Úsalo.
¿Te recuerda a tu depa viejo, ramen barato y esa noche que casi lloraste pero no? Grábalo ahí.
Estás dándole contexto a la letra, y eso le da peso. La memoria ama el peso.
gabro en las mesas: memorizando bajo presión
¿Y sabes qué más ayuda con esto?
Pagos de ruleta.
Procedimientos de blackjack.
Manos de Pai Gow.
Mismo principio:
Repetición.
Rutina.
Refuerzo.
y colapsos ocasionales con snack incluido.
En el casino, no siempre pienso... Yo siento . Está en mis dedos.
Así que ya sea una letra o un pago de cinco rojas, hay que moverlo del cerebro al cuerpo.
🧃💡🎶🎰
La memorización es queer. Te lo juro.
Piénsalo.
Estamos allá afuera aprendiendo idiomas, cambiando de dialecto a media oración, recordando letras en inglés y español, navegando emociones, performance y trauma, todo en un solo cuerpo.
Eso es entrenamiento cognitivo cruzado.
Así que si alguna vez dijiste.
“Tengo pésima memoria,”
te digo esto con amor:
No es cierto.
Solo necesitas hacer que esa memoria signifique algo.
Hazla visual.
Hazla emocional.
Hazla dramática.
Hazla gay.
🃏💡🎶💋
¿Tip final? Practica performear el error.
Este es oro puro.
Practica cantar la canción y equivocarte intencionalmente con una línea, solo para ver qué pasa.
Luego recupérate.
Improvisa.
Encuentra el camino de vuelta.
Esa habilidad, la de recuperar, muchas veces es más poderosa que memorizar cada sílaba a la perfección.
Porque el performance en vivo es caos.
Y gabro prospera en el caos. 😉
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